Se encuentra en tus vértices

se pierde en tu centro

segunda esquina con avenida revolución,

te suplica, se arrastra, exige.

VIDA, te exige la vida que le robaste

con un guante tatuado de mandalas karmáticos

escupido de semen y VIDA.

Te exige tu mundo mundano, material y alcoholizado.

Se pierde en tu vicio, se unde en tus mentiras,

revive en tus promesas.

Te busca los angulos declarada en impotencia

la idílica matemática se destrosa en tus vórtices,

oh! hoyos negros de incumplida manutención.

Dinero, Dinero, Dinero y muere por tu amor.

Ritmo muere, muere la muerte de la falsa irrigación.

Castigo por un salto estelar, estela de muerte

que dejaste en sus ojos.

Perecedero tacto caliente, humedo y tibio,

sed del rio, frio del sol a tu lado.

Hoy ella tiene oscuro miedo a tu escencia

temor a sentirse arrastrada por lastimeros senderos

de hambre de sol y cansancio de la ropa en el tendedero.

Y matas el deseo inmeso de escribir sobre nubes

rosas, azules, anaranjadas,

el deseo de amar tu carne.

Y quiere decirte que ya no es ella

que ya es otra, desalmada muerta de amor.

Todo lo demás construyó y amuralló,

se quedó diminuta a tus pies

rogándote que te le metieras entre las piernas

como un títere inerte ansioso de personalidad.

Se muere de amor, de amor por ti,

se muere por no poder morir junto a ti,

ama la imaginación que nunca pudo coseguir junto a ti,

imagina que puede vivir sin ti,

vive sin dejar de pensar en ti,

muere todas las noches y se va junto a ti,

arde a mano propia pensando en ti.