02 August 2010

Éste que es aquel año




Ya sé, volví a olvidar mi blog, esta vez durante un largo y tortuoso año. Mi mente y acuosa existencia las vertí en un pequeño cuadernito rojo que me regalaron en el FCE, uno muy bonito, conmemorativo de aniversario número 75. No hay nada rescatable en ellas, más que los primeros capítulos de una novela que nunca voy a terminar de escribir. Porque no le tengo título y dicen que las mejores novelas empiezan con un buen título. Mientras no venga esa vocesita y me lo diga la tendré castigada en ese cuadernito rojo #pretextosdelescritorfrustrado.

Durante este año vi tantas películas y leí un par de libros (sí algo asi como un par de pares) que debí compartir y por afanes de retracción social-literaria no lo hice. Me arrepiento poquito.

Igualmente influyó en este abandono la llegada de tuiter, que si bien es dinámico y enriquecedor, es en otra gran medida un hermoso sedante paralizador.

También durante este año perdí mi trabajo que tanto quería y me acomodaba. Tambíen me compré unos skinny jeans que ya no me quedan y una nueva nariz que no me tiene tan contenta.
En este año pasé más días en el mp que en la playa y escribí más veces Sebastian que mi propio nombre. Tuve un Boy Toy que besaba sabor a sweet tarts y otro que me traía víveres para que le hiciera de comer (vete tu a creer, pobre wey acababa comiendo menjurges espantosos). Este año nuevo quise pasarlo abajo de las cobijas llorando y en lugar de eso lo pasé en casa de mi padre encerrada en el baño llorando. Aah sí, y perdí mis convers verdes que tan lindos eran todos ellos.
Este año estuvo cagazón-patea pelotas-rompe huevos en resumidas cuentas. (lease con voz en off)

Este año comenzó el 21 de junio del 2009 y terminó el 21 de junio del 2010 (sí, al siguiente post, éste que llamo este año será aquel año pero por ahora seguiré en el pasado hablando en presente). Y fue uno que no tuvo verano y que el invierno me caló en los huesos como hielo seco, insaciable. #yasi #yasi #yasi.

Y ahora que me da la comezón de ejercitar el ceso otra vez, comezón que tengo que rascar porque la vida no se vive si no te puedes quitar esas rasqueras. O más bien no tiene caso vivirla si no te puedes rascar con la pinche libertad que te dan las uñas largas. (Y yo no sé rascarme de otra manera que sacándome sangre)

Btw le cambié el layout porque el otro mareaba. #apocono?

*Tey*La*que*siempre*te*alcanza*