a las madres dolientes por sus hijos;
a los condenados a la muerte en la hoguera;
a los árboles talados sin ni siquiera una oportunidad para crecer;
a los lacerados por la soledad;
a las patrias consumidas por la codicia;
a los muertos que no deciden retirarse a sus tumbas;
a los enterrados vivos;
a las mujeres violadas;
a los tocados por una felicidad incierta;
a los extraviados en sus deceos;
a los que no tienen nada para llevarse a la boca;
a las esposas haciendo fila afuera de las cárceles a la hora de visita;
a los hijos abandonados;
a las víctimas de un desastre natural:
llevense mis lagrimas, llorenlas ustedes.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment