24 April 2006

carta a una tumba


Ayer perdí lo útimo que me quedaba de ti. Maldije mi descuido y lloré por tu desintegración; sí, lloré de nuevo aunque la gente a mi alrededor empiece a artarse. Si tan solo pudieras sentarte a llorar conmigo, que me escucharas y me vieras a lo ojos y, no importa si fingiendo, actues como si entendieras mis ganas de borrar los sentimiento que ahora viven en mi cuerpo, si esto sucediera estoy segura de que las ganas de llorar ya no serían tan intensas.

EScucho tu invitación a acompañarte, PERO TENGO QUE DEJAR DE DECIR PENDEJADAS

1 comment:

Anonymous said...

Ando buscando por todos los rumbos mis gotas. Mis plumas. Mis arboles. Mis raices..y le pregunto a los weyes de mi babylon y le pregunto a los colibris....le pregunto a esta estrella...y cada vez me dicen que soy yo la fuente de un ser fluyente y que nunca estas solo...pero en esta tierra solo es como debes formar tu camino...sueños concientes/inconcientes y yo actuando y al mismo tiempo siendo testigo...la vida continua...no el tiempo...no la violencia..no el sueño...la vida...y yo limpiare de la milicia nuestra mantra....y de nuevo DAr LUZ....