
13 December 2007
30 November 2007
22 November 2007
11 October 2007
Disección de nuestra basta eternidad

Dos corazones en un solo cuerpo, uno prestado. Dos soledades que se encuentran en la sombra de la noche, en el vacío de la cama. Se llaman, se hablan con los pensamientos, unos dentro de los otros; sin embargo independientes y autónomos. Dos compañías que se salvan la vida con sueños y promesas, se viven mutuamente, se lloran sus penas, inconcientes. Se encuentran tan cerca que no se conocen la cara; se intuyen, adivinan sus movimientos pero solo se ven en sueños, transfigurados por los miedos y los deceos.

Somos tu y yo dos seres que se encontraron en la sombra de una noche, para salvarnos la vida o para morirnos amando.

09 September 2007
30 August 2007

Últimamente he pensado que las nubes se comen con los dedos y con los ojos.
que los ojos se hinchan cuando se hincha el corazón,
que las tortugas se mueven mas rápido que el amor,
que el miedo nos encuentra a cualquier hora del día cubiertos de polvo antiguo, mirando miradas ajenas, nos encuentra alertas, muertos de miedo.
Pero cuando pienso en comerme las nubes blancas con los dedos
se me embarran las ideas de una húmeda ensoñación, imposible;
los ojos azules, azules se inundan,
la sonrisa blanca como las nubes cae del cielo oscurecido
gota a gota, a carcajadas nos llueve la vida encima.
Una luz se enciende en el resguardo de la tormenta,
y los ojos azules, azules se pierden.
26 May 2007
borradores enpolvados pero rescatados
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18 April 2007
arroz con leche
Últimamente he pensado en ti, eso no quiere decir que antes no pensara en ti.
*
Pienso que algo perdí. Pero ¿Qué fue lo que perdí? ¿Qué había ganado para luego perderlo?
Tráeme una tacita de té y siéntate a platicar conmigo.
*
Ya no puedo estar a tu lado. Me di cuenta porque te soñé.
Corríamos, huíamos de algo, divertidos. Tu mano no me arrastraba, me daba ritmo para correr, juntos, como uno solo.
El día era como arroz con leche, dulce y tibio, y tus ojos me encontraban y era tu mirada dulce y tibia.
La velocidad era lenta y mi voz era baja y tus oídos me escuchaban.
*
Brincamos las olas de concreto, tan rápidos y lentos, yo me reía de nosotros y tú te reías al viento. Y era el viento el que me acariciaba el cuello y hacía que volaran mi falda y mis piernas.
Y era de día y la noche que se acercaba y era ella y era ella y tu y yo y…
*
Ayer fui a confesarme. Estacioné el carro a unas cuadras para que no me vieran entrar a la Iglesia. Los tacones ensordecieron los vitrales.
Pagué, me quité la ropa, abrí las piernas y dejé que me hurgaran los pecados
“!Ave María sucísima!”
*
En invierno siempre soy más bella.
El calor me hace enrojecer y sudar. Me hace torpe, se me caen las cosas, ¡Se me cae la ropa!
En verano duermo menos y a mi me encanta soñar, me arranca tantos momentos irreales. Y tengo sueño pero la cama me hecha hacia la calle a patadas, la luz me molesta a través de los párpados. ¡Es imposible dormir!
*
En invierno siempre soy más bella, las manos se me ven más blancas y esbeltas. Las piernas se sienten siempre más duras y puedo dormir hasta quince horas seguidas.
Y el sueño es como arroz con leche, dulce y tibio.
(*)etoile(*)
Binomio Fantástico
La puerta y el calcetín
A mi hermano le apestan los pies. Por eso siempre se le pierden los calcetines, yo de vez en cuando los lavo y los aviento por la ventana para que no tuvieran que sufrir esa terrible tortura.
Una vez a uno de sus calcetines que acababa de estrenar Martín, el muy cochino lo había dejado en el tapete del pasillo, discutiendo con la puerta. El calcetín alegaba que tenía que salir inmediatamente y sin ninguna demora, juraba que tenía que tenía una emergencia familiar. La puerta, incrédula no cedía a sus súplicas pues en todo el día no había sonado el teléfono, que estaba junto a ella en una mesita, y, como ella era la que recibía el correo, estaba segura de que no había llegado ninguna carta o telegrama.
El calcetín no se dio por vencido, rogó y rogó hasta que terminó por confesar la verdad:
-Es que Martín le huelen refeo los pies, me asfixió todo el día.
Por fin la puerta cedió y con un gran suspiro se abrió, pero el calcetín se quedó inmóvil.
-¿Pero por qué no te sales de una vez?-le dijo la puerta
-¡Porque necesito un pie para caminar!
la piedra en el estanque
Las palabras propuestas en la clase de literatura fueron las siguientes:
Espanto
Llanto
Pato
Canto
Encanto
Alto
Pasto
Salto
Santo
Amaranto
Tanto
Manto
Cilantro
Harto
Esto fue lo que se me ocurrió
Tanto santo cilantro me tiene harto, y con el amaranto ya no aguanto el llanto. Mejor canto alto con espanto y de un salto mato al pato y lo tapo con el pasto como manto.
LO FUGITIVO
no nos pidamos groseras garantías.
*
Que dure un día un año un mes
es lateral en el amor
que se acabe es su precio
que duela luego es su victoria
*
Seamos servidores del amor
y jamás sus contables
cierto que viene para irse
*
como nosotros
como nosotros...
*
Felix Grande
28 March 2007
No quiero paz
No quiero paz, no hay paz,
quiero mi soledad.
Quiero mi corazón desnudo
para tirarlo a la calle,
quiero quedarme sordomudo.
Que nadie me visite,
que yo no mire a nadie,
y que si hay alguien, como yo, con asco,
que se lo trague.
Quiero mi soledad,
no quiero paz, no hay paz.
jaime sabines
08 March 2007
Imagina
Toma el camino de la tiendita que todos ignoran, al otro lado de la calle. El tendero, un anciano de tantas arrugas como arena en el mar, al que todos conocemos por el pajarero perdido, señala una botellita de contenido rojo, escondida entre miles que había en los estantes. Ella la toma con la mano derecha, con la izquierda un escarabajo que caminaba por la repisa y con cuidado maternal acomoda al insecto en uno de los compartimentos interiores de su aplio bolso de tela gastada; acompañado por la botellita.
Continua urgando hasta que su codo desaparece.
El anciano la mira con aire meditabundo, en flor de loto y no se sorprende cuando, al emerger el brazo completo, dentro del bolso se arma un alboroto; ruidos de quijadas al cerrarse y de elefantes llamando al agua llenan el aire ya de por sí enrarecido.
acerca su puño cerrado a la boca y besa su contenido, luego extiende la mano un colibri vuela hacia el techo y se integra a la masa de aves que vuela por el techo
Satisfecha y sin despedirse se lanza a la calle, dos o tres cuadras después comienza a figurarse en el horizonte un hombre de raíces por pelo y dibujos por piel. Un saludo cálido después se sientan a cada lado de alguna puerta principal.
Ella mete de nuevo su mano al bolso, saca la botella, ésta se estrella en el pavimento y un humo rojo inunda el aire. El humo actúa como la música de los encanta serpientes y del bolso salen dos tortugas milenarias, una lagartija, un camaleón aún de color amarillo con algunas manchas cafés, varias decenas de aves levantan el vuelo y algunas mantis religiosas trepan por las paredes. La luna se llena y se descuelgan las estrellas y un búho se posa en el farol más cercano. Anticipando el final, antes de que los pasos de los elefantes y de las jirafas dejaran de retumbar en la madera de la puerta, él le pregunta:
-¿Cuántos quedan?
-Ninguno, pero vamos por más- y antes de levantarse para ir de nuevo a la tiendita invisible, toma una hormiga del suelo y la pone en su bolso.