Esta vez si quiero saber, exijo la verdad,
o por lo menos una mentira que me paresca realidad.
Te pido algo que endulce mis sentidos,
un lascivo paliativo que me eleve de vuelta a la vida.
Hoy, contigo, soñaré que la vida es una horrible pesadilla,
Estaré tan feliz de cerrar los ojos y entrar a ese tropico extravagante.
Volaremos en verde coraza de vientos
y nos protegeremos de los cristales con un paraguas de santos católicos.
Tus violentas variaciones bipolares me comeran los dedos y las letras
en cuevas luminosas entras de dia para dejarme en la noche.
Pero nada me vaporizará entonces,
El terror de la vida cotidiana estará allá,
acercándose con la aurora.
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