Me desquicias tanto que no te puedo respirar. Rompes mi ritmo, mi agitación se vuelve cada vez más densa hasta que caigo en la desolación, en la desesperación. Te quiero desde el centro del espiral. Intento esconderme en tus aristas pero me pierdo en un abismo circular, busco, busco, busco rincones, un closet, una esquina, la ranura atrás del refrigerador todo para terminar escondiendo la cara detras de tus diámetros y llorando palabras desgastadas, desangradas. Coronas mis lágrimas con besos húmedos y tibios que rompen la fuente del cielo y cae sobre nosotross una lluvia amarga y viscosa.
Pero te quiero cerca, quiero tus mordidas lacerantes. Las quiero entre mis ojos y en las letras.
Necesito tu aliento, lo necesito para que robes en mio. Para que lo respires en mi cara, y yo sienta la humedad recorrer mi cuerpo, que provoques mis tormentes y mareas, lo necesito para que recorra mis arrecifes, que los explores, que les otorgues un nombre a los seres extraordinarios que habitan en ellos. Preciso tu aliento para limpiar mis mares salados, para que los lamas con tu dulsura, para que los purifiques con tus precipitaciones.
Y con el dulce canto del amanecer que entonan tus manos quiero arrullarme entre tus piernas.
Pero te quiero cerca, quiero tus mordidas lacerantes. Las quiero entre mis ojos y en las letras.
Necesito tu aliento, lo necesito para que robes en mio. Para que lo respires en mi cara, y yo sienta la humedad recorrer mi cuerpo, que provoques mis tormentes y mareas, lo necesito para que recorra mis arrecifes, que los explores, que les otorgues un nombre a los seres extraordinarios que habitan en ellos. Preciso tu aliento para limpiar mis mares salados, para que los lamas con tu dulsura, para que los purifiques con tus precipitaciones.
Y con el dulce canto del amanecer que entonan tus manos quiero arrullarme entre tus piernas.
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